¿Glucosamina o Ibuprofeno?

Todas las personas que practican algún deporte o disciplina llegamos a sentir algunas molestias en nuestras articulaciones. Por lo general, en las rodillas y en los codos empiezan los dolores, tras pasar los años practicando deportes competitivos o levantando pesas. Por años solo existía ibuprofeno o fármacos para aliviar los dolores, pero estos antinflamatorios y drogas tienen sus efectos secundarios.

La FDA recientemente compartió en su sitio web, una alerta con el uso de aspirinas no esteroidales antinflamatorias, relacionadas con el riesgo de infarto.

Pueden leer más del Comunicado de la FDA sobre la seguridad de los medicamentos en el siguiente vinculo – La FDA refuerza la advertencia de que los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) sin aspirina pueden causar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares (artículo en inglés).

Existe una alternativa segura para atletas y entusiastas del fitness: El Sulfato de Glucosamina.

El sulfato de glucosamina es un soporte articular, que trabaja promoviendo la generación de ligamentos, tendones y cartílago. La glucosamina no solo es responsable de estimular la creación de substancias necesarias para una función correcta de las articulaciones, también es responsable de estimular la reparación de ellas. Todos sabemos que la glucosamina es conocida por sus propiedades en el soporte de articulaciones, sin embargo, estudios en animales han demostrado que la glucosamina también incrementa la esperanza de vida.

La glucosamina es una sustancia natural en el cuerpo, que abunda en las articulaciones. Este compuesto se extrae de las conchas de los moluscos. Al elegir una fórmula basada en glucosamina, es imprescindible utilizar la forma de sulfato de glucosamina, en lugar a la glucosamina ordinaria. El sulfato de glucosamina se estabiliza con el cloruro de sodio. La parte de sulfato , es el componente más importante ya que el azufre es necesario para la construcción y reparación del cartílago.

Veamos algunos ejemplos clínicamente comprobados.

Una de las pruebas que da relevancia a la eficacia del sulfato de glucosamina con 3 años de estudio. Consiste así:

212 personas con osteoartritis de la rodilla.

Los participantes que recibieron glucosamina mostraron una reducción en los síntomas, en comparación con los que recibieron un placebo.

Un estudio similar, encontró que después de dar seguimiento a pacientes con artrosis, durante 6 meses, los cuales tomaron varios compuestos como acetaminofén, glucosamina o un placebo durante dicho periodo.

Los investigadores encontraron que la diferencia entre los que tomaron paracetamol y el placebo no fue significativa, mientras que la glucosamina redujo notablemente los síntomas.

En otro estudio, que comparó el sulfato de glucosamina vs ibuprofeno (el ingrediente activo de Motrin, Advil y Nuprin), las puntuaciones de dolor se redujeron más rápido en las primeras 2 semanas en el grupo que recibió ibuprofeno; sin embargo, a partir de la cuarta semana, el grupo

que recibió el sulfato de glucosamina fue significativamente mejor que el grupo al cual se le administro ibuprofeno.

El estudio más excitante para quienes entrenamos con pesas.

Un estudio de 2010, en el que participaron pacientes con osteoartritis (OA) de la rodilla, fueron sometidos a entrenamiento de fuerza muscular, en combinación con la administración de glucosamina, ibuprofeno o placebo durante 12 semanas, controlado con placebo, aleatorizado.

Treinta y seis pacientes ancianos con osteoartritis de rodilla bilateral fueron asignados al azar al tratamiento con glucosamina, ibuprofeno o placebo durante 12 semanas de entrenamiento de fuerza de ambas piernas, enfocados en el músculo del cuádriceps. Se realizaron ensayos de resistencia (5 repeticiones máximas), junto con tomas de muestras tanto de sangre, como orina, antes y después del período de entrenamiento.

Los sujetos entrenados 3 veces a la semana. Pedalearon durante 10 minutos y luego entrenaron sus músculos de las piernas en máquinas, haciendo extensiones y prensa.

Un grupo tomó ibuprofeno 600 mg dos veces al día, y otro grupo tomo 500 mg de sulfato de glucosamina tres veces al día.

Los investigadores examinaron; proteína de la matriz oligomérica de cartílago (COMP) en la sangre de los sujetos. El aumento de esta crea los procesos catabólicos en las articulaciones.

Al final de 12 semanas, los tres grupos aumentaron su fuerza muscular después de 12 semanas de entrenamiento la fuerza.

Los niveles séricos de COMP se redujeron en el grupo tratado con glucosamina después del período de entrenamiento, mientras que estos no cambiaron en los otros dos grupos.

La glucosamina reduce los niveles de COMP en comparación con el placebo y el ibuprofeno.

Si usted está sufriendo de dolores o trastornos articulares, suplementos con sulfato de glucosamina es una alternativa para ayudarle con estos dolores.

Uso Recomendado

El sulfato de glucosamina y el clorhidrato de glucosamina han sido utilizados con mayor frecuencia por adultos en dosis de 1500 mg por vía oral al día durante un máximo de 3 años. Hable con un proveedor de atención médica para averiguar qué dosis podría ser la mejor para una condición específica.

Tenga en cuenta que la glucosamina que se usa en los suplementos a menudo proviene de las conchas de los mariscos. Hable con su proveedor de atención médica antes de tomar estos suplementos si tiene alergia a los mariscos. Además, algunos productos de glucosamina no están etiquetados correctamente. En algunos casos, la cantidad de glucosamina realmente en el producto ha variado desde cero hasta más del 100% de la cantidad indicada en la etiqueta del producto. Algunos productos contenían clorhidrato de glucosamina cuando en la etiqueta figuraba el sulfato de glucosamina.

Referencias:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK68941/

https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S106345840580007X

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